Hacía mucho tiempo que no corría por el valle de la Fuenfría. Desde que empezó a caer la nieve, a finales del invierno, no se podía correr por los picos. O al menos no sólo y sin el equipo necesario. Así que he tenido que esperar a que el calor hiciera su trabajo.
El caso es que tampoco quería arriesgarme. Más de una vez he empezado a subir por un sendero para encontrarme con que al final desaparecía debajo del hielo o de los ventisqueros. Así que he optado por un recorrido conservador.
Desde la estación de Cercedilla hasta el puerto de la Fuenfría. Y desde allí, ya se vería. Dependiendo de las nieves y de las fuerzas. Y como las primeras brillaban por su ausencia y las segundas seguían conmigo, he decidido subir al menos a la peña del Águila.
Esta ha sido la primera vez que no me he cruzado con nadie en todo este recorrido. Y eso que el valle de la Fuenfría es uno de los lugares que más gente atrae de toda la sierra de Guadarrama junto con la Pedriza. Así que he tenido el bosque y las montañas para mí solo.
Quizás por eso he visto todo tipo de animales (además de vacas): ardillas, picos picapinos, arrendajos, carboneros, herrerillos, palomas, mirlos... Y los cucos cantando a lo lejos.
Al final he terminado cansado, pero he disfrutado realmente un día perfecto para correr. De los que a mí me gustan: nublado y con poco calor.
2h 48 min
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