Aprovechando que todavía no hace calor, he hecho un recorrido por Siete Picos. Una de las crestas más bonitas de toda la sierra de Guadarrama. Por los berrocales graníticos que marcan cada una de sus cimas, por el senderillo serpenteante que las une, y por las magníficas vistas a Madrid y Segovia.
La subida ha sido por la calzada borbónica de la Fuenfría, hasta el puerto. Y luego por el cerro Ventoso, en cuya cima llana los árboles retorcidos dan sentido al nombre que recibe la zona. Desde allí tan sólo queda un corto tramo cuesta arriba hasta la crestería de Siete Picos.
Esta vez, he prolongado además la excursión y me he acercado trotando por la cuerda hasta el puerto de Navacerrada, pasando por el alto del Telégrafo (el más famoso de los que llevan este nombre en Guadarrama). La vuelta la he hecho por el camino Schmidt entero, pasando por el collado ventoso.
El tiempo ha sido perfecto. Aunque llevaba agua pensando que haría un día soleado y totalmente despejado, lo cierto es que unas cuantas nubes cubrían el cielo de vez en cuando. Así que, al final, entre la sombra de los árboles, los nubarrones grises y el vientecillo que soplaba en lo más alto, se agradecía cuando salía un rayo de sol.
Respecto a la fauna, la silvestre sólo se ha dejado ver durante la primera parte del recorrido. Después, en la zona del puerto de Navacerrada y el camino Schmidt, tan sólo se oía a los numerosos grupos de excursionistas que triscaban por el campo. Aprovechando también un día perfecto para estar al aire libre.
2h 52 min
No hay comentarios :
Publicar un comentario