Creo que se han acabado los días de correr durante horas sin llevar agua. Ayer salí a trotar por la sierra de Hoyo a media mañana y el calor me dejó agotado a mitad de recorrido. Y eso que no ha llegado todavía el verano.
El caso es que corro muy mal cuando hace calor. En cuanto el termómetro sube de 20º, me deshidrato a cada paso. Así que por ahora se han acabado las excursiones largas a palo seco.
Por lo menos ayer pude beber y refrescarme en el arroyo de las cascadas. Porque lo cierto es que el verano todavía queda lejos (espero) y la primavera está haciendo honor a su nombre. Se hace raro disfrutar de una estación tan perfecta después de haber perdido otra por el camino (este año el invierno no ha llegado a existir realmente).
El caso es que, a pesar del cansancio y del calor, el campo está todavía perfecto para disfrutarlo. Así que el recorrido mereció la pena. Y para la próxima habrá que buscar rutas con bosques en los que protegerse. O salir más temprano.
2h 23 min
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