jueves, 24 de enero de 2013

Dehesa de Navalvillar


Decía el maestro René Lavand que no se podía hacer más lento. Para luego darse cuenta de que sí, quizás sí que se podía hacer más lento. Y eso que no me conocía.

El caso es que no le puedo echar la culpa ni a la nieve (más testimonial que otra cosa), ni al frío (en torno a los cuatro grados), ni al viento (fresquete y con rachas de 30 kilómetros por hora). Y lo peor de todo es que he ido todo el rato con sensación de cansancio.

Pero ha merecido la pena, porque correr por el campo me ha puesto las pilas. Un día de esos para que los vientos del norte se lleven los malos humores mientas paseamos (o casi). Un placer que te hace sentir más vivo que encerrado en casa.


En resumen:
  • Un día precioso de invierno: sol, frío, viento y algo de nieve.
  • Poca vida animal asomaba hoy la cabeza. Tan sólo he visto algunas huellas de conejos, zorros y liebres en las zonas con nieve.
  • Ya que me desplazo de un lado al otro con el frenesí de los glaciares, por lo menos he aprovechado para sacar alguna foto. Aunque a este paso terminaré pudiendo pintar acuarelas.
14,18 Km (8,81 millas)
330 m
1h 32 min (9,25 Km/h)

miércoles, 23 de enero de 2013

Libro: Rich Roll - Finding Ultra


Scott Jurek comentaba en su libro que había conocido a mucha gente que habían cambiado el alcohol o las drogas por carreras de ultramaratón. En su opinión, lo que hacían realmente era pasar de una adicción a otra. Y este libro refleja un poco eso.

Rich Roll es un tipo que a los quince tiene una prometedora carrera como nadador por delante, a los 20 abandona la natación por el alcohol, a los treinta consigue abandonar la bebida, y a los cuarenta da el cambio definitivo a su vida.

Este libro es el relato de la transformación que fue sufriendo durante todos esos años, de su pasión actual por nadar, correr y montar en bici, y de lo importante que es para él alimentarse para vivir más sano.


Argumento
Un día, al mirarse en el espejo, el autor del libro ve a un tipo gordo, flácido y sedentario. Así que decide abandonar la comida basura y recuperar la forma física. Y como una cosa lleva a la otra, termina por convertirse en vegano total y participar en una prueba en Hawai que combina cinco triatlones seguidas durante cinco días. Y vive para contarlo.


Toda la info aquí.

martes, 22 de enero de 2013

La cosa se calienta



Hay un poema de Machado en el que le pregunta a su amigo si las violetas ya han florecido. Pero este año las violetas silvestres han estado echando flores durante todo el invierno. A pesar de las heladas y del frío, durante noviembre, diciembre y enero se podían ver flores escondidas en la parte más baja de las matas.

Me ha recordado al refrán que oía de pequeño: “por San Blas, las cigüeñas verás. Y si no las ves, años de nieves”. Parece que ahora tanto cigüeñas como violetas se quedan con nosotros a pasar lo más crudo del cada vez menos crudo invierno (a pesar de que hoy nieve con ganas).

lunes, 21 de enero de 2013

Cascadas y cuartel


Vuelvo a salir de noche aprovechando que el tiempo ha mejorado. Ayer estuvo lloviendo todo el día, así que tengo que ir sorteando los charcos por los caminos, algunas veces saliendo campo a través para esquivar los más grandes.

Por los senderos no hay nada que esquivar, ya que se han convertido en verdaderos arroyos. Así que chapoteo por donde menos agua corre y consigo llevar los pies relativamente secos durante toda la salida.

Aunque el cielo está relativamente despejado, a la luz del frontal veo caer copos de nieve perdidos que arrastra el aire del norte. Con la primera luz veo que la sierra de Hoyo vuelve a tener una capilla de nieve, en plan tarta con azúcar glass.

Por cierto, lo que se nota es que el rato que pasa desde que aparece esa primera luz en el horizonte, hasta el momento en que se pueden ver realmente las piedras del camino es mayor ahora que en verano.

Hacía el final del recorrido, el amanecer ilumina la sierra de Hoyo como si hubiera un incendio. El espectáculo me pide parar a hacer una foto (aunque sea con mi móvil prehistórico).


En resumen:
  • Creo que mis tiempos normales se han instalado más en los nueve kilómetros por hora que en los diez. Nos hacemos viejos amigo Sancho.
  • Bien elegidas las capas de abrigo, se aguanta casi lo que sea. La obviedad del día: con viento, lo mejor es un cortavientos (o chubasquero).
20,45 Km (12,71 millas)
431 m
2h 16 min (9,00 Km/h)

viernes, 18 de enero de 2013

Puente de la Parrilla


Un día de los que invitan a salir corriendo. Con más nubes que sol, pero sin viento ni frío. Y con el camino poco embarrado a pesar de las lluvias de ayer.

Con el agua que ha estado cayendo el último mes, los campos están verdes. Y los senderos se van cerrando poco a poco por la hierba que crece debajo de la encinas. Al correr por estos valles y bosquecillos me cuesta cada día más entender a la gente que prefiere el asfalto.


Un recorrido suavecito y sin complicaciones, pero que se me ha hecho muy cuesta arriba (y no sólo en las susodichas). Notaba en las piernas el cansancio de ayer y no he encontrado en ningún momento el ritmo adecuado.

En resumen
  • A ver si ya no se me olvida: correr dos días seguidos no me sienta bien.
13 Km (8,08 millas)
154 m
1h 22min (9,51 km/h)