viernes, 24 de mayo de 2013

Cosas del verano


Ahora que empieza a llegar el calor es cuando saco del cajón tres cosas que han estado sin uso desde el otoño: gorra, crema para el sol y una toalla.

La gorra es fundamental cuando hace sol. Sobre todo para los que, como yo, ya no contamos con una espesa caballera para protegernos. En las salidas largas siempre hay que llevarla. En las cortas dependerá del tiempo que estemos corriendo y, sobre todo, de la hora a la que vayamos a hacerlo.

Casi cualquier gorra cumple la función perfectamente. Pero cuando el sol pega de verdad se agradecen las que llevan algún tipo de rejilla o que no sean demasiado gordas. En cuanto al color, lo suyo es que sean blancas o de colores claros. La mía es negra (y así me va).

La crema del sol es todavía más importante. Un par de horas corriendo al sol chamuscan la piel de cualquiera. Eso sí, la única crema que se puede usar es ISDIN. Al menos por mi experiencia.

No hay nada peor que la mezcla de sudor y crema solar entrando en los ojos. El efecto es similar a lo que se debe sentir con un colirio de vinagre y lejía. Así que, a pesar del precio, lo mejor es usar esta marca. ¿Por qué? Porque ni pringa, ni molesta, ni te deja ciego.

Lo de la toalla es totalmente personal. Teniendo en cuenta que más que sudar, tiendo a fundirme, yo al menos la necesito. Con una pequeña toalla tamaño pañuelo me vale. Ni pesa ni molesta. Y cabe en un bolsillo o incluso medio colgada del pantalón.


Y como bonus, las gafas. Yo sólo las uso cuando corro con un sol de justicia por sitios que reflejan la luz (por ejemplo, pistas de tierra y caminos de arenilla blanca). Además, también evitan que entren mosquitos en los ojos cuando se corre rápido. Aunque no es mi caso.

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