El sol sigue dejándonos unos días veraniegos, perfectos para correr por el campo. Así que esta vez me he acercado hasta la Jarosa para hacer un recorrido por las lomas que dividen la provincia de Madrid de la de Segovia. Tomándomelo con calma para disfrutar del paisaje y del bosque en todo su esplendor.
La vuelta ha sido relativamente corta porque tenía el tiempo justo antes de volver a casa para preparar la comida. Saliendo del embalse de la Jarosa por el camino de la Carrasqueta y subiendo hasta la Portera del Cura rodeando antes la gran cruz que domina el valle de Cuelgamuros. Después tan sólo quedaba seguir un rato el GR 10 y bajar otra vez hasta la Jarosa por el barranco de los Lobos.
Como siempre que corro por estos montes entre semana, he podido disfrutar del campo para mí sólo. Además, a pesar de las lluvias de hace unas semanas, las setas no están haciendo honor a su nombre y surgen de parca manera. Por eso los pocos recolectores que he visto en la parte baja del valle iban con las cestas vacías.
El caso es que llevamos un año de lo más extraño. Con los termómetros subiendo como nunca (junio y julio batieron su récord). Con los animales y plantas medio locos (el otro día vi en la sierra de Hoyo unas matas de romero ya con flores). Y con las estaciones revolucionadas. En cualquier caso, carpe diem. Que seguro que muy pronto nos quejamos del frío y del mal tiempo.
1h 58 min
No hay comentarios :
Publicar un comentario