Un recorrido más por la sierra de Hoyo, subiendo desde las cascadas y bajando por la vía rápida para poder preparar la comida a tiempo. Disfrutando sobre todo del calorcillo del Sol en la espalda durante la subida y de las vistas desde lo más alto. Con los buitres pasando muy cerca mientras el día iba entrando en calor.
Entre que era fiesta para muchos y que sigue haciendo un tiempo magnífico, me he cruzado por los senderos del valle con más gente que nunca. Incluso he visto unos cuantos corredores (uno de ellos parecía recién salido de un catálogo de ropa deportiva de moda).
Sin embargo, en cuanto me he perdido un poco por senderillos empinados ha desaparecido la gente. Y se han quedado los bichos. Varias perdices, una abubilla de esas que pasan el invierno con nosotros y una familia de jabalíes que estaban disfrutando del Sol debajo de unas jaras.
Por otra parte, desde hace ya un par de meses que no llevo botella en mis recorridos, pero esta vez he agradecido el agua fresquita de una de las fuentes del recorrido. Así he podido reponer un poco los líquidos que el calor iba sacando de mi cuerpo como si estuviéramos en verano.
2h 17 min
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