Para recuperar un poco de fondo, he hecho una salida algo más larga de lo habitual entre semana. Trotando despacito y aprovechando para seguir un recorrido que tenía medio olvidado.
viernes, 10 de julio de 2020
lunes, 6 de julio de 2020
La Najarra
Por fin he podido volver a las montañas. Porque un trancazo primero, seguido de una lesión, una pandemia y una larga puesta a punto me habían tenido alejado de ellas desde el año pasado. Y nada mejor que volver a reencontrarme con ellas que subiendo hasta la Najarra.
miércoles, 1 de julio de 2020
Jóvenes salvajes
Esta es la época en la que el campo se llena de adolescentes. Tipos desgarbados y un poco inseguros que buscan su hueco en la vida. Por supuesto, lejos de la sombra de sus padres, esos viejos que no saben lo que de verdad importa.
martes, 30 de junio de 2020
Aceptación
Llevaba ya tiempo sin poder disfrutar de verdad cuando trotaba por el monte. Después de pasar por una fase de negación (esto seguro que se pasa en un par de días) y por otra de negociación (vale, a lo mejor si cambio los recorridos la cosa mejora) lo cierto es que ya he llegado a esa fase de aceptación de la verdad en la que por fin puedo descansar tranquilo.
miércoles, 24 de junio de 2020
Estaciones de libro
Aunque el invierno no haya sido demasiado frío, lo cierto es que última primavera ha hecho honor a su nombre. Combinando sol, lluvia y viento a partes iguales. Y dejándonos un mes de junio con una temperatura perfecta. Al menos hasta que ha comenzado el verano.
lunes, 22 de junio de 2020
Monte de Valdelatas
Aprovechando una circunstancia inesperada, he podido conocer un poco el monte de Valdelatas. Una salida realmente breve, ya que tampoco disponía de mucho tiempo. Aunque el calor de media tarde, el paisaje reseco y la gran cantidad de visitantes tampoco invitaba a continuar dando más vueltas.
martes, 16 de junio de 2020
De aviones y siemprevivas
Después de tres meses con los cielos limpios y los oídos acostumbrados a los trinos de los pájaros, hace un par de días volvimos a ver pasar un avión por encima de nuestras cabezas. No ha habido más detrás, o al menos no los hemos visto, pero este intervalo de paz aerea parece que ha terminado.
jueves, 11 de junio de 2020
Perder el alba
Estos días se está haciendo cada más difícil salir a correr al alba. Con el solsticio ya casi encima, el sol me encuentra en el mejor de los casos poniéndome las zapatillas. En el peor, todavía metido en la cama. Y es que si quieres correr al alba y eres de los se te pegan las sábanas, lo mejor es hacerlo allá por Navidad.
domingo, 7 de junio de 2020
Lo que perdimos, lo que perderemos
La pandemia que estamos viviendo se nos ha llevado a muchos seres queridos. Sobre todo aquellos que sufrieron y lucharon durante toda su vida para dejarnos un mundo mejor que en el que ellos crecieron. Y a muchos de los que ahora han luchado para salvarnos.
viernes, 5 de junio de 2020
Vuelta a las Colinas
Como estos días no estoy para tirar cohetes, he decidido hacer una salida corta y tranquila. Por un terreno conocido en el que no hay demasiadas cuestas, y que me permite además disfrutar de un paisaje variado.
lunes, 1 de junio de 2020
Cansancio
Hasta ahora, nunca he sufrido corriendo. Es cierto que alguna vez he terminado agotado, después de correr durante horas por el monte. En otras ocasiones, mi mala forma me ha hecho arrastrarme cuesta arriba y bajar rodando por el otro lado. Pero ahora estoy cansado. Muy cansado. Más cansado que nunca.
jueves, 28 de mayo de 2020
Ventajas de correr despacito
He aprovechado esta primavera para aprender a reconocer alguna planta nuevas. Gracias a la gran cantidad de flores que disfrutamos estos días he descubierto los misterios del jacinto leonado, una de las plantas más discretas del campo por el color de sus flores. Pero a pesar de que el marrón no es muy vistoso, lo cierto es que son pequeñas joyas.
lunes, 25 de mayo de 2020
Cerrulén y sierra de Hoyo
Una salida larga. Al menos en cuanto al tiempo, porque la distancia realmente no era mucha. Pero los años, los kilos y la mala forma me pesan en cada una de mis zancadas. Una pena, porque lo que me pide el cuerpo, ya que nunca he disfrutado de la velocidad, es poder trotar al menos durante horas sin cansarme.
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)