Cerrulén

Siguen las lluvias, y ahora llega la niebla. Noviembre ha comenzado como mandan los cánones. Muy bueno para el campo y para que todavía sigamos fiándonos del calendario, pero un poco rollo para lo de correr.

La Solana y el cuartel

Días de lluvia. Muchos días y mucha lluvia. Pero al menos el agua da de vez en cuando un pequeño descanso, lo que he aprovechado para trotar sin prisa hasta la Solana. Y luego, en vista de que el tiempo aguantaba y las piernas también, he prolongado la salida hasta el cuartel.

Vuelta a Las Colinas

Ya se ha abierto la veda, así que hoy me ha tocado correr sorteando cazadores. Por si las moscas, cuando he oído las primeras escopetas he decidido trotar por caminos grandes- Así que los tiros en parte han decidido que le diera hoy la vuelta a Las Colinas.

Vuelta a Hoyo

Segunda salida un poco más larga de lo habitual cerca de casa, para ver si el cuerpo aguanta; y parece que sí. Esta vez ha sido más corto; un recorrido suave con tan sólo un par de cuestas duras alrededor del pueblo.

Sierra de Hoyo

Esta vez ha hecho las pruebas con gaseosa, y en vez de lanzarme a lo loco a trotar altas montañas he optado por ver cómo me iba la cosa corriendo por los montes de la Sierra de Hoyo. Un lugar perfecto para tomarle la medida al cuerpo y enseñarle otra vez a coger fondo.

Flores de otoño

Esta semana he podido aprovechar los últimos calores del verano, a pesar de las fechas, para trotar por un campo rebosante de vida. El lunes todavía pude oir cantar al alba a un chotacabras pardo (o cuellirojo), con sus pitidos tan característicos, antes de que volara hacia países más cálidos.

Hasta las piedras corren

O al menos eso dicen, cuando van cuesta abajo. Así que, sabiendo que mi forma ya nunca va a ser la que era, pero queriendo volver a trotar por la sierra, pensé que una buena forma de hacer un recorrido más largo de lo habitual sería la de dejarme llevar por la fuerza de la gravedad. No funcionó.

Desgana del cuento

A veces, las ganas de salir a correr se relajan y paso semanas sin trotar. Y este blog ha ido reflejando esos momentos con agujeros como los de un queso. Pero en otras ocasiones, lo que me aburre no es seguir trotando, sino ponerme a escribir las pocas líneas que perpetro narrando mis pensamientos a la carrera.

Deslizándonos hacía el otoño

Después de muchos años en los que el verano parecía no acabar nunca, las lluvias de la última semana nos han ido metiendo poco a poco en un otoño que cumple de nuevo con el calendario.

Mono no aware

Todos los corredores sabemos, aunque intentemos olvidarlo, que tenemos las zancadas contadas. Por eso creo que debemos disfrutar de cada uno de los pasos que damos al trote. Su belleza, su importancia, están precisamente en que no son eternos.

Bosques de Cahors

He aprovechado una escapada gala para trotar un poco por los montes del este de Cahors, entre Les Ramonets y Cavaniès. Una zona de robledales y tierras calizas, un poco más seca que las regiones que hay al norte de estos pagos.

Sierra del Brusco

Un recorrido breve por esta pequeña sierra que protege la playa del Trengandín por el sur. Trotando con paso lento a causa de la baja forma y del calor, y bajo cielos afortunadamente nublados.

Lagos de Valcaba

A pesar de que en verano me suelo tomar un largo descanso, a veces mato el gusanillo con alguna salida desperdigada. Como en este caso, en el que he aprovechado el buen tiempo norteño para trotar por las faldas de la sierra Cabarga.