Hace poco he estado leyendo varios informes sobre la práctica del
deporte en España y en otros países europeos. Y el caso es que hay datos muy
interesantes. No son ninguna novedad, pero hay algunos que me han llamado la
atención:
1- Los españoles cada vez le damos más importancia a la práctica del
deporte, pero sigue existiendo un salto considerable entre el número de hombres
y mujeres que se ponen a ello. Es un salto más grande que en muchos países
europeos, pero no porque las españolas no se muevan.
2- Las cifras de mujeres deportistas son prácticamente iguales tanto en
España como en el Reino Unido o en Italia. Un 31% práctica algún deporte. Sin
embargo, en España hay más hombres haciendo ejercicio que por ahí fuera. De ahí
que el salto sea más grande.
3- Si tenemos en cuenta el número de licencias de las federaciones
deportivas en España, lo que predomina es el fútbol, seguido por el baloncesto
y el golf. Más lejos estarían el atletismo, el judo, los deportes de montaña,
el tenis y el balonmano.
4- Pero lo que realmente cuenta no es si hay se está federado. Lo
importante es cuántos practican algún deporte. En este caso, lo que no
sorprende es saber que lo que más nos hace mover el esqueleto son las
actividades típicas de gimnasio: aerobic, rítmica, de mantenimiento, gym-jazz,
danza, step, pilates, etc.
Luego vienen el fútbol, la natación y el ciclismo. Y después
aparecerían por fin los corredores. Con un incremento considerable en los
últimos años, en los que han adelantado al montañismo y al baloncesto. Según
las estadísticas, algo más de uno de cada diez españoles que practican algún
deporte lo hace corriendo por la calle, por el parque o por donde puede.
5- El retrato típico del deportista español sería un estudiante varón, de
entre 15 y 24 años. Lo que no es ninguna sorpresa. Como tampoco lo es que las
personas que menos practican deportes sean las mujeres de más de 45 años.
Hasta aquí los datos. Luego viene nuestra propia experiencia. Que no
vale de nada desde un punto de vista estadístico, pero que nos permite pasar
horas charlando y discutiendo con los amigos.
En mi caso, cada vez veo más gente corriendo a mí alrededor. Sobre todo
ahora que ha llegado el buen tiempo (hay sitios en los que ya parecemos una
plaga). Por las calles y parques, veo casi tantas mujeres como hombres. Por el campo
es otra historia. Es raro cruzarse con gente corriendo por el monte. Pero
siempre son los mismos: hombres de mediana edad (la mayoría más delgados y
rápidos que yo).
Todo esto puede servir para echar un rato pensando este fin de semana
de maratones populares. Y el que participe puede ir contando gente para su
estadística particular.
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