Un recorrido sencillo, que he hecho muchas veces y que conozco como la
palma de mi mano. Un día perfecto, sin demasiado calor y con una brisilla
ligera de vez en cuando. Y sin embargo ha sido de las peores carreras que he
hecho últimamente.
A estas alturas creo que los ritmos lentos de las últimas semanas han venido para quedarse. Hace tiempo que no hago una carrera en condiciones. Y creo que va a ser la edad. Pero ya de verdad, sin bromas ni malas excusas. Habrá que acostumbrarse.
El caso es, que dejando de lado que mi velocidad era casi la misma que
la deriva continental, y que llevaba las piernas cansadas, el resto era
perfecto.
El camino coincidía durante unos kilómetros con el cross de Hoyo que se
había corrido por la mañana, aunque luego bajaba por el sendero lleno de rocas
y no por los prados. En la bajada, con el caer de la tarde, se veían más
pajarillos que al principio. Incluso un verdecillo me ha acompañado durante
unos metros por una calleja umbría.
Y los kilómetros finales, paradójicamente, los he hecho más suelto que
el resto. Incluso en las subidas.
En resumen:
- Cansancio y flojera durante todo el camino, pero tal y como está el campo casi da lo mismo.
- El romero sigue todavía en flor, pero cuando se abran las jaras en unas semanas puede ser increíble.
- Quería ir a Segovia en un par de fines de semana, aunque tal y como he corrido hoy no sé si voy a estar en forma. Veremos a ver cómo se me dan los próximos días.
20,20 Km (12,55 millas)
431 m
2h 16 min (8,91 Km/h)
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