Así que lo que caracteriza a esta competición es la lucha contra el calor. Por eso cada corredor tiene que contar con un equipo de apoyo (o dos) que le proporcionen hielo, agua, alimento y todo lo necesario. Incluyendo un constante control de su estado físico. Porque aunque hasta ahora no ha habido ningún muerto en la carrera, lo cierto es que ese desierto se cobra un buen puñado de víctimas a lo largo del año.
Los participantes van desde verdaderos superatletas, que corren durante todo el recorrido, hasta gente cuyo único anhelo es poder terminar la prueba. Como sea. Aunque para ello tengan que arrastrarse, literalmente, durante algunas partes de la prueba (en la que suelen tardar de dos a tres días).
Argumento
El libro es una recopilación de las impresiones de 25 corredores de los 71 que participaron en la Badwater Ultramarathon en 2003. Desde la ganadora de la prueba aquel año Pam Reed, hasta algunos de los que tuvieron que abandonar. Además, incluye un capítulo en el que una de las ayudantes de los corredores cuenta la experiencia desde el punto de vista del equipo de apoyo.
Una buena forma de hacerse una idea de verdad de lo que es correr en unas condiciones que, como bien dice el título, están tan sólo a un pelo del Infierno.
Y por cierto, este año se ha cambiado por primera vez el recorrido y la carrera no ha pasado por el Valle de la Muerte, ya que el servicio de Parques Nacionales está analizando el impacto de este tipo de pruebas en el desierto. Esperemos que vuelva a ser la misma el año que viene y recupere su espíritu original.
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