Cerro de la Lechuza y cuartel

A pesar de que he pasado muchas veces a su lado cuando voy a las cascadas, o lo he rodeado por un senderillo que entronca luego con el camino del mirador, el caso es que nunca había subido al cerro de la Lechuza. Y no es porque sea difícil, o porque el desnivel eche para atrás. De hecho es tan sólo un pequeño montículo. Pero las rocas que hay en la cumbre y las vistas desde lo alto hacen que destaque en medio del paisaje.

Hoyo, las Matas y Torrelodones

La gran mayoría de mis recorridos suelen ser circulares. Ya sea saliendo y llegando a casa o a donde haya dejado el coche. Sin embargo, a veces la logística deportiva de mis hijos me permite empezar en un sitio y terminar en otro. Por ejemplo, cuando tienen un partido a media mañana alguna vez he podido salir de casa corriendo y llegar a verles jugar (aprovechando las duchas de los polideportivos).

Torrelodones, Hoyo y el Pendolero

Una vuelta vespertino-colegial más larga de lo habitual. De ida y vuelta hasta Hoyo, bajando por el sendero del Pendolero. Y con una temperatura una vez más casi primaveral. A ver si aguanta.

Arroyos de Trofa y de Manina

Estos días el tiempo cambia cada dos por tres. La semana pasada nevaba, ayer hacía sol y hoy ha amanecido nublado y frío. Parece como si estuviéramos en invierno. Pero a pesar de que el cielo estaba hoy nublado, por lo menos no ha llovido. Así que la vuelta que me he dado por el arroyo de Trofa y el de Manina ha sido bastante agradable.

Cómo evitar las lesiones

Hace poco, mientras estaba leyendo el libro Tread Lightly, de Peter Larson y Bill Katovsky, volvía a darle vueltas a eso de por qué si, según parece, somos animales que han evolucionado para andar y correr (no muy rápido, pero sí durante mucho tiempo) los que nos dedicamos a esto del trote estamos cada dos por tres lesionados.

Arroyo de Trofa y vuelta a las Colinas

Una mañana soleada en la que la temperatura ha sido suficiente para invitar a ponerse los pantalones cortos. Es cierto que todavía hace frío, y  que en la sombra quedan incluso rastros ligeros de las nieves de antaño. Pero los trinos enloquecidos de los pájaros indican que el invierno tiene ya los días contados (aunque seguro que nos reserva todavía unas cuantas ventiscas).

Sierra de Hoyo

El frío siberiano que anunciaban que iba a acabar con las nevadas al final parece que ni está siendo tan siberiano como lo pintaban, ni ha acabado del todo con la nieve. Hoy por ejemplo ha amanecido el campo blanco. Es cierto que la capa era tan sólo testimonial, al menos en casa. Así que cuando he salido a correr he tirado para lo alto de la sierra. Que ya tenía ganas de ver como estaba la cosa por allí.

Cascadas y cuartel

Aunque el temporal de nieve de los últimos días está terminando, parece que el frío se va a quedar con nosotros (y puede que sea peor todavía). Hoy la cosa estaba suficientemente fresquita. Y no tanto porque el termómetro haya bajado mucho, como porque la máxima que hemos tenido ha sido muy rácana. La temperatura ha estado todo el día entre uno y tres grados bajo cero. Y si le sumamos el viento, lo cierto es que hacía un tiempo perfecto para poner en práctica mis consejos para correr en invierno.

Vuelta a Hoyo

Han vuelto la nieve y el frio. Pero como la mañana del domingo ha salido soleada, apetecía salir a trotar un poco. Sobre todo porque parece que febrero va a ser una vez el mes más crudo del invierno.

Vuelta al Pendolero

Un recorrido un poco más largo para aprovechar una mañana de sol y viento fuerte. Y el caso es que a pesar de que soplaba del noroeste, el viento ha traído una temperatura más templada de lo normal. Aunque ya están anunciando un febrero duro, con frío, nieve y lluvia.

Las cascadas

Esta segunda salida después del trancazo la he hecho a media mañana, con un tiempo casi primaveral y el ritmo tranquilo para ver si recupero un poco las fuerzas. Y para correr sin agobios ni demasiadas cuestas, uno de los mejores recorridos por Hoyo es el de las cascadas.

Torrelodones y Hoyo

Al final ha sido diez días los que he estado en compañía de un virus tontorrón. Y aunque no me he sentido realmente mal en ningún momento, tenía el cuerpo como si me hubieran dado una paliza. Se estaba mucho mejor sentado con una manta delante de la chimenea que triscando por esos campos helados.

Siete consejos para empezar a correr por el campo

Fell Running, Mountain Running, Trail Running... Todas esas etiquetas tienen algo en común: correr por en medio de la naturaleza. Algo que nos permite disfrutar doblemente para los que por un lado nos gusta echarnos unas carreritas. Y por otro somos más felices en medio del campo que entre los coches de una ciudad.