martes, 28 de enero de 2020

Codicia blanca

Viendo la sierra de Guadarrama nevada desde la distancia, llevo varios días con ganas de trotar por lo blanco. Tanto tiempo sin hacer una salida montañera y ahora encima con las cimas cubiertas de nieve.

miércoles, 22 de enero de 2020

La oscuridad azul

Los cielos nublados de los últimos días han hecho que mis carreras matutinas discurran por paisajes que evolucionan del negro al azul oscuro. No es exactamente l'Heure Bleue, el momento crepuscular luminoso y profundo en el que la naturaleza se calla. Es más bien ese otro tono del invierno en el que la luz imita al frío.

viernes, 17 de enero de 2020

Renacimiento

Ya se nota que los días van creciendo de verdad. El sol se está volviendo más tempranero, y nos regala su luz unos segundos antes que ayer, al menos cuando no amanece un cielo nublado. Ni siquiera el frío que ha llegado esta semana me ha quitado la sensación de que todo ha vuelto a comenzar de nuevo.

martes, 14 de enero de 2020

Poco a poco

He vuelto a retomar mis carreras matutinas con mucha calma. Aunque por fin he conseguido matarle, el virus me ha dejado el cuerpo flojo después de dos semanas renqueando por las esquinas. Así que no es cosa de batir récords en estas primeras salidas del año.

sábado, 4 de enero de 2020

Río Genil

A pesar del trancazo que tengo encima, no podía dejar pasar la oportunidad de correr un poco en Granada. Tal y como estaba no podía ponerme a subir a montes, así que he optado por un recorrido totalmente llano y sencillito: remontar el Genil desde la ciudad hasta el embalse de Canales. Y luego volver por el mismo camino.

sábado, 28 de diciembre de 2019

Descanso obligado

Cuando ya me estaba acostumbrando de nuevo a eso de salir a oscuras de casa con el frontal, disfrutando gratis del espectáculo de lucha libre entre la noche y el día, un virus tontorrón me está obligando a dejarme de troterías.

martes, 24 de diciembre de 2019

La magia del alba

Estos días sin colegio he aprovechado para correr de nuevo cerca de casa al amanecer, recuperando incluso el frontal para aprovechar bien las mañanas. Disfrutando del espectáculo al ver cómo la noche se va desvaneciendo poco a poco, dejando paso a la luz maravillosa del alba.

jueves, 19 de diciembre de 2019

El norte viene a visitarnos

Correr por el campo esta semana ha sido como viajar un poco al norte. A esas tierras donde viven las nubes, en forma de niebla o dejando lluvia a su paso. Lugares en los que no se puede saber la hora que es mirando al cielo, porque el sol se ha marchado de vacaciones con los jubilados.

lunes, 16 de diciembre de 2019

Un buen otoño

Según el calendario esta es la última semana del otoño. Y la estación parece que cumplido por una vez con lo que se espera de ella. Frío lo justo, algo de nieve en las montañas, un poco de viento o de niebla de vez en cuando y el campo recuperándose con las lluvias que han ido cayendo estos meses.

viernes, 13 de diciembre de 2019

Ojos del río Moros

La sierra de Guadarrama no tiene muchos ojos, ya que este tipo de surgentes suele darse más en terrenos calizos. De hecho, el único río que conozco que nace de esta forma es el Moros. Y aunque solo fuera por eso mecer la pena darse una vuelta para ver cómo nace ya entero un río no demasiado largo, pero que recorre uno de los valles más bonitos de esta zona.

lunes, 9 de diciembre de 2019

Sierra de Hoyo

Ahora que el invierno está a punto de llegar, el fresquito nos ha dado un pequeño respiro y estamos disfrutando de días de sol sin viento. Con la temperatura perfecta para volver a correr en camiseta y pantalón corto. Así que había que celebrarlo con una salida larga trotando por la sierra de Hoyo.

viernes, 6 de diciembre de 2019

Carreras imaginarias

Siempre que viajo, me imagino cómo sería correr por los paisajes que atravieso. Desde el coche, el tren o el avión pienso por qué lugares correría, los senderos que me gustaría descubrir, los bosques en los que perderse o las montañas desde las que disfrutar del panorama.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Días perfectos

Hay días en los que sin saber por qué nos sentimos más ligeros y corremos de una forma especial. Damos saltos de piedra en piedra y hasta llegamos a pillar algo de velocidad (al menos comparada con nuestras carreras habituales). Son momentos extraordinarios, en los que terminamos orgullosos de nosotros mismos, diga lo que diga el reloj.