Dos horas justas corriendo por la sierra de Hoyo. Con la niebla pisándome los talones según iba ascendiendo. Hasta que al final me he encontrado en una pequeña isla rodeado por un mar de nubes. Un verdadero placer, sobre todo sabiendo que el resto de la humanidad se encontraba a mis pies sin poder disfrutar del sol mañanero.
jueves, 29 de octubre de 2015
martes, 27 de octubre de 2015
Las cascadas a la luz de la Luna
El cambio de hora en otoño nos deja unas tardes realmente breves. Así que para cuando he podido ponerme las zapatillas ya era casi de noche. Y como el cielo ha estado cubierto de nubes melodramáticas primero y luego se ha despejado dejando brillar a gusto a la Luna llena, el caso es que la salida ha sido realmente memorable.
domingo, 25 de octubre de 2015
Mi nuevo veneno
Lo mejor para reponer líquidos después de correr es el agua. Pero todos solemos tener debilidad por alguna otra bebida. Desde refrescos de cola o isotónicos hasta gin tonic (supongo). La mía era una mezcla refrescante de cerveza sin alcohol y zumo. Pero hace poco, por razones médicas, he tenido que dejar de tomarla.
sábado, 24 de octubre de 2015
Abantos
Desde que ya no me dedico a medir cada uno de mis pasos, ni a calcular velocidades y desniveles, he vuelto a disfrutar del campo de verdad. No creo que haya mejorado o empeorado mi rendimiento deportivo. Pero mi percepción de cada recorrido es totalmente distinta.
miércoles, 21 de octubre de 2015
Arroyo de Peregrinos
El otoño se inició oficialmente el 21 de septiembre. Pero las estaciones llegan de verdad a cada región cuando les da la gana. Y aprendemos a diferenciarlas desde pequeños de forma personal y privada. Para mí, por ejemplo, el otoño empieza realmente una mañana como la de ayer. Con el campo empapado por las últimas lluvias, el sol brillando en un cielo manchado de nubes y los árboles vestidos de amarillo.
lunes, 19 de octubre de 2015
Canto del Pico y las Colinas
Un recorrido normal y corriente se puede convertir en toda una aventura si lo hacemos en las condiciones adecuadas. Por ejemplo, de noche. O en medio de una ventisca soplando del norte y dejando el paisaje cubierto de nieve. O con lluvias torrenciales, de esas que transforman los caminos en arroyos.
viernes, 16 de octubre de 2015
La Jarosa
La primera helada de la temporada ha llegado en una mañana fresquita y perfecta para dar un paseo por el monte: sol, cielo despejado y nada de viento. Uno de esos días en los que apetece perderse por un bosque. Así que me he acercado al que tenía más a mano.
miércoles, 14 de octubre de 2015
Arroyo de Carboneros
Una de las muchas cosas buenas que tiene lo de correr por el campo es poder cambiar el recorrido según convenga. Así que, viendo que la la parte alta de la sierra estaba escondida entre la niebla, en vez de tirar al monte como las cabras me fui valle abajo.
lunes, 12 de octubre de 2015
Peña Herrera
Después de la lluvia he subido hasta los vallejos que hay alrededor de la Peña Herrera, en la sierra de Hoyo. Un lugar alejado y escondido, con muy pocos senderos y con muchas jaras y peñas que rompen el paisaje. Una especie de refugio para corzos, jabalíes, perdices y demás fauna amenazada ahora con el fin de la veda.
sábado, 10 de octubre de 2015
Canto del Pico
Hace tanto tiempo que no corría de noche que ya casi no me acordaba de cómo se trota a la luz del frontal. Y puede que mi memoria me falle, pero el foco me ha parecido realmente tenue. Un resplandor tacaño que no me aislaba precisamente del campo oscuro a mi alrededor. Será cosa de volver a acostumbrarme.
martes, 6 de octubre de 2015
Entre Torrelodones y las Matas
Aprovechando un rato tonto, he bajado desde Torrelodones hasta las Matas, pasando por la presa del Gasco, siguiendo el canal de Guadarrama y volviendo ya a oscuras hasta el polideportivo. Un recorrido que suelo hacer mientras espero a que salgan mis hijos de sus entrenamientos y cuento con tiempo suficiente.
domingo, 4 de octubre de 2015
Entre Torrelodones y Hoyo
Aunque ya no hace calor, el caso es que esto de correr a las tres de la tarde no es lo mío. Pero siempre es mejor estar al aire libre, echándose un trotecillo por el campo, que quedarse tumbado en el sofá. O al menos esa es la teoría.
lunes, 28 de septiembre de 2015
Sierra de Hoyo
Aprovechando el frescor de la mañana he subido hasta la sierra de Hoyo. Para disfrutar de las vistas. Y también para ver que tal aguantaba un recorrido empinado. Y como me lo he tomado con calma, he terminado sin cansarme. Con un ritmo más rápido de lo que yo suelo hacer (unas 120 zancadas por minuto), pero con pasos más cortos.
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