Un entrenamiento más que aprovecho corriendo de noche avanzada. Pero
con casi tanta luz como si fuera de día. Por un lado había luna llena y por
otro un grupo de nubes bajas en las que rebotaban las luces de los pueblos de
la zona.
Del recorrido no hay nada que destacar. La duración del entrenamiento
me permitía hacer la vuelta con paso tranquilo. Y, como el canal volvía a estar
seco, no he ido resbalando en el barro como la última vez.
En cuanto a la fauna, lo único reseñable es su faceta querenciosa:
las perdices que he vuelto a espantar estaban dormitando en la misma curva del
camino, y la piara de jabalíes hozaba en el mismo recodo del canal.
Y como curiosidad, la Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico permite descargar un mapa del canal de Guadarrama de 1786.
13,78 km (8,56 millas)
402 m
1h 25 min (9,72 Km/h)
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