jueves, 31 de octubre de 2013

Presa del Gasco y canal de Guadarrama



Debería cambiarle el nombre a este blog, porque desde hace unas semanas sólo corro de noche. Pero lo cierto es que le estoy pillando el gustillo a eso de ir a ciegas (o casi).

En esta bajada hasta el Gasco, la noche estaba teatral y dramática. He empezado con nubes bajas y viento. Tras pasar la atalaya los relámpagos iluminaban los cerros de Galapagar. Y ya cerca del canal ha llegado una tormenta breve de lluvia y granizo. Menos mal que al final se han vuelto a calmar los elementos y he llegado en seco, aunque chorreando.

Y eso que gran parte del agua que llevaba conmigo no venía de arriba. Cuando he llegado al canal, y temiendo encontrarme un barrizal por los días de lluvias que hemos tenido, he decidido tirar por el sendero que va en paralelo por encima.

Un trazado precioso escondido entre jaras y encinas. Tan escondido, de hecho, que tenía que abrirme camino rozando las matas y hierbas. Y con ellas me llevaba el agua acumulado de las lluvias vespertinas.

En cualquier caso, una buena forma de empezar el fin de semana. Corriendo en soledad por el campo y dejando detrás de cada zancada el ruido de la ciudad (que últimamente vuelvo a sufrir en mis carnes).

13,78 km (8,56 millas)
402 m
1h 25 min (9,72 Km/h)

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