Poco a poco voy recuperando mis recorridos habituales por Hoyo. Corriendo tan temprano que no me suelo cruzar con nadie. Como en esta salida dando la vuelta al pueblo por el camino de las Viñas.
jueves, 14 de mayo de 2020
martes, 12 de mayo de 2020
No hay camino
Machado lo decía de forma figurada, pero lo cierto es que en sólo dos meses de primavera en la que hemos estado ausentes del campo, la naturaleza ha borrado algunas de las huellas que sigo cuando salgo a correr.
domingo, 10 de mayo de 2020
Cerro de la Lechuza
Primera salida de verdad después del confinamiento. Ni muy corta, ni demasiado larga, que las piernas no están para tirar cohetes. Así que una opción perfecta era culebrear por el valle del Peregrinos y subir hasta el cerro de la Lechuza.
martes, 5 de mayo de 2020
Volver, de nuevo, otra vez, de cero
Ha pasado mucho tiempo, pero cuando nos hemos despertado, el campo todavía seguía ahí. Han sido casi dos meses sin poder correr, ni salir a ver cómo la primavera lo inundaba todo. Ha costado, pero ha merecido la pena.
jueves, 23 de abril de 2020
Libros para salir corriendo
Siempre es buen momento para coger un libro que nos descubra nuevas cosas sobre esto de correr. Más todavía cuando llevamos semanas encerrados sin poder salir a trotar. Y como cualquier excusa es buena, vale la pena resumir lo que ha dado de sí mi último año de lecturas temáticas. Para celebrar el día en el que no murieron ni Shakespeare ni Cervantes (pero esa es otra historia). Cinco libros en los que realmente hay de todo:
jueves, 16 de abril de 2020
Libro: Runner: A short story about a long run (Lizzy Hawker)
Confieso que no conocía a Lizzy Hawker antes de leer este libro. Es lo malo de no ser un mitómano. Lo bueno es que mi ignorancia me permitió seguir sus pasos de novata mientras iba avanzando por su primer Ultra Trail del Mont Blanc con el misterio de no saber cómo iba a terminar la cosa. Spoiler: muy bien.
miércoles, 25 de marzo de 2020
The trails will be waiting for us
Se hace duro ver la primavera desde la ventana y no poder salir a correr. Hay cosas peores. Muchas.
Pero la vida no se trata de una competición. Nos alegramos o entristecemos con lo que nos afecta, aunque a veces sean cosas muy pequeñas. Como saber que afuera nos esperan el sol, la lluvia, el canto de los pájaros, el olor de la tierra mojada y de las flores recién abiertas... pero que tenemos que continuar encerrados en casa.
No sabemos todavía cuándo, pero de lo que podemos estar seguros es de que los senderos que se pierden en el horizonte nos seguirán esperando. Y volveremos a correr por ellos de nuevo.
Pero la vida no se trata de una competición. Nos alegramos o entristecemos con lo que nos afecta, aunque a veces sean cosas muy pequeñas. Como saber que afuera nos esperan el sol, la lluvia, el canto de los pájaros, el olor de la tierra mojada y de las flores recién abiertas... pero que tenemos que continuar encerrados en casa.
No sabemos todavía cuándo, pero de lo que podemos estar seguros es de que los senderos que se pierden en el horizonte nos seguirán esperando. Y volveremos a correr por ellos de nuevo.
sábado, 14 de marzo de 2020
Andar al alba
Vivimos un momento excepcional. La amenaza de que este tipo de virus sature el sistema sanitario y lo haga colapsar va a alterar radicalmente nuestros ritmos de vida. Por el bien de todos, debemos evitar ser un eslabón más en la cadena de contagios. O convertirnos en un estorbo para médicos y hospitales.
Así que tenemos que dejar de correr. Todos. Porque incluso los que trotamos por el campo en la más absoluta de las soledades (algo muy recomendable para evitar infecciones), también estamos expuestos a sufrir una lesión, una caída tonta, una luxación, un esguince... Cosas que nos podrían llevar a terminar en urgencias.
Y los profesionales de la sanidad que se están dejando la vida para salvar las de otros no se merecen el tener que sufrir las posibles consecuencias de nuestra estupidez. No se trata sólo de no contagiar o contagiarse. Se trata también de no complicar más las cosas.
Durante estas semanas tratemos de hacer las cosas con cuidado. Por nosotros mismos. Por ellos. Por todos.
Así que tenemos que dejar de correr. Todos. Porque incluso los que trotamos por el campo en la más absoluta de las soledades (algo muy recomendable para evitar infecciones), también estamos expuestos a sufrir una lesión, una caída tonta, una luxación, un esguince... Cosas que nos podrían llevar a terminar en urgencias.
Y los profesionales de la sanidad que se están dejando la vida para salvar las de otros no se merecen el tener que sufrir las posibles consecuencias de nuestra estupidez. No se trata sólo de no contagiar o contagiarse. Se trata también de no complicar más las cosas.
Durante estas semanas tratemos de hacer las cosas con cuidado. Por nosotros mismos. Por ellos. Por todos.
miércoles, 11 de marzo de 2020
Todo lo que me he perdido
Después de unas semanas de reposo forzado, por fin he podido volver a trotar por el campo. Tímidamente, de puntillas y con mucho cuidado. Que no es cosa de caer en la muerte y volver a tener que empezar desde la primera casilla.
miércoles, 19 de febrero de 2020
Todavía más despacio
Ya casi ni recuerdo cuándo fue la última vez que tuve una lesión, así que parece que ya tocaba. En este caso una pequeña rotura de fibras en el gemelo que me va a dejar cuatro semanas viendo cómo el mundo gira más despacio.
miércoles, 12 de febrero de 2020
Crepúsculo
Llevaba mucho tiempo sin correr al anochecer, en esa hora en la que la luz se apaga y poco a poco la oscuridad va ganando la batalla. Un momento que, además del nombre, comparte su belleza con el alba.
miércoles, 5 de febrero de 2020
Niebla y sol
Esta pequeña primavera se está notando en todas partes. Las altas temperaturas han activado el despertador de plantas y animales, así que en mis correrías campestres matutinas he estado acompañado por el ajeo de perdices y otras llamadas al amor. Incluso ya ha habido algunas jaras que se han lanzado a sacar sus flores.
martes, 4 de febrero de 2020
Vuelta a las Colinas
Esto ya no es normal. No es ya tener un día malo y achacarlo a la edad o a los ataques sin cuartel a la nevera. Con dos personas griposas en casa me temo que voy a tener yo también un virus tontorrón, que sólo me afecta cuando comienzo a trotar.
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