Vuelta a las Colinas

Antes de que vuelva la lluvia decidí aprovechar para disfrutar un poco del sol. Aunque realmente fuera un poco en todo los sentidos. Porque el recorrido no era largo y además lo hice aprovechando la última luz del crepúsculo.

Cerro de la Lechuza

El otro día en la Jarosa salí para hacer un recorrido corto y al final terminé liándome. En esta ocasión ha sido justo lo contrario. La intención era la de trotar durante largas horas, dándole la vuelta a la sierra de Hoyo. Pero el cuerpo me ha dejado claro desde los primeros pasos que hoy no era un día para hacer excesos.

II Carrera Solidaria de Navidad en Hoyo de Manzanares

Después del éxito de participación que tuvo el año pasado, la asociación deportiva de corredores de Hoyo de Manzanares ha vuelto a organizar una nueva edición de su carrera solidaria. Esta vez bajo el lema Zancadas solidarias por la infancia, ya que todo lo ingresado irá íntegramente destinado a la ayuda de los niños mas necesitados (Aldeas Infantiles SOS y concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares).

La Jarosa y Peñas Blancas

No he tardado demasiado en volver a darme una vuelta por el valle de la Jarosa. Como dije en su momento, está cerca de casa, es un bosque precioso y no hay casi nadie (entre semana). Por eso salí decidido a hacer un recorrido cortito, con la intención de darle la vuelta al valle a media altura.

Libro: The Terrible and Wonderful Reasons Why I Run Long Distances (The Oatmeal, Matthew Inman)

Hace cinco años, Matthew Inman creo una página web en la que comenzó a colgar cómics, dibujos y artículos sobre todo tipo de temas. The Oatmeal se convirtió rápidamente en un sitio muy concurrido, gracias sobre todo a su humor irónico y a su originalidad.

Sierra de Hoyo

El otoño por fin ha llegado. Con lluvia, fresquito y niebla. Así que para celebrarlo he hecho un recorrido diferente, uniendo caminos y senderos que tenía ya medio olvidados. Y añadiendo algún tramo nuevo. Y es que, aunque me cueste creerlo, todavía quedan sitios cerca de Hoyo por los que no he corrido.

Vuelta a Hoyo

Llevaba tanto tiempo sin correr de noche que ya casi no me acordaba de cómo era. A pesar de que la Luna ayudaba bastante a ver el camino, lo cierto es que hay que estar acostumbrado a distinguir las piedras y a reconocer los cambios de dirección. Por eso lo mejor es conocer bien el recorrido antes de lanzarse a triscar por el monte a oscuras.

Cascadas

Parece que este periodo de calor otoñal se va a terminar pronto. Las previsiones para la semana que viene anuncian una fuerte bajada de temperaturas y la llegada de alguna tormenta perdida. Así que en diez días seguro que ya estamos echando de menos el sol. Pero por el momento lo podemos aprovechar. Como en esta salida que, al hacerla justo a mediodía, me permitió correr con atuendo veraniego.

La Peñota y peña del Aguila

De la zona de la sierra de Guadarrama entre Cercedilla y Segovia, todavía no había corrido nunca por los altos que separan los valles de la Fuenfría y el del río Moros. Quizás porque siempre me han gustado más los bosques que los picos aislados. Pero como todavía hace buen tiempo, he aprovechado para disfrutar de las vistas antes de que lleguen el frío, las lluvias y la nieve.

La Jarosa y Cabeza Líjar

A pesar de que está más o menos cerca de casa, y de que sabía que era una zona de la sierra muy bonita, lo cierto es que todavía no había estado nunca en la Jarosa. Pero después de hacer esta vuelta de exploración, no creo que tarde mucho en volver a perderme por sus barrancos y vallejos cubiertos de pinos.

El Pendolero

No sé si llamarlo veranillo de San Miguel (un poco tardío), de San Martín (un poco pronto), del membrillo o del indio. Pero el caso es que estamos disfrutando de un tiempo magnífico, con cielos despejados, temperaturas muy altas para la estación y una brisilla cálida que invita sentarse en una terracita a disfrutar del sol. O a salir corriendo.

Mirador

Una mañana de libro, con el cielo despejado, la atmósfera limpia después de las lluvias y una brisilla cálida que invitaba a seguir corriendo durante todo el día. Pero ni la logística ni el cuerpo estaban para esos dispendios.

Praderas de la Berzosa

Casi diez días me ha durado el trancazo. Y ya tenía ganas de correr un poco, incluso por caminos trillados y de noche. Así que he salido al monte con compañía perruna, a ver si terminaba de quitarme el atasco respiratorio. Aunque ha sido que no. Todavía sigo moqueando.