Vuelta a Hoyo

Las primeras zancadas me suelen indicar desde la puerta de casa cómo voy a trotar. Y ayer no fueron sólo las piernas las que me dijeron que me lo tenía que tomar con calma. A pesar del extraordinario día de primavera que pudimos disfrutar, lo cierto es que tenía el cuerpo en plan perro, con una sensación de cansancio generalizada.

Madrid, desde lejos

A pesar de haber nacido en la ciudad, o precisamente por ello, lo cierto es que casi siempre he preferido verla desde lejos. No sólo es que me tire más el campo, ya que hay quien disfruta igual de una excursión silvestre que de un paseo por la Gran Vía. Creo que lo mío tiene más que ver con lo poco que me gusta la gente.

Vuelta al Pendolero

Hoy ha sido uno de esos días en los que salgo de casa para dar una vuelta cortita, y al final me lío yéndome por los cerros de Úbeda. O del Pendolero, en este caso. Y lo bueno es que siempre que me pasa esto es porque noto mejores sensaciones corriendo que las que espero de antemano.

Libro: The Lost Art of Running (Shane Benzie)

Hay libros que marcan una época, y cuya influencia transforma para siempre el tema que tocan. Con Born to Run, Christopher McDougall consiguió que la gente se planteara muchas cosas con respecto a las carreras, sobre todo aprendiendo a mirar con ojo crítico todas esas zapatillas milagrosas que en realidad nos provocan más lesiones.

Corrigiendo errores

Llevo unos días intentando poner en práctica consejos sobre la técnica de correr que estoy descubriendo en un libro realmente fascinante. Incrementando la cadencia de mis zancadas, corrigiendo la postura del cuerpo y tratando de visualizar mejor la forma en la que voy trotando por el monte.

Intermedio

Llevo casi dos semanas de retiro forzoso, entre la logística familiar y molestias varias, así que hoy he disfrutado mucho trotando al amanecer. Hasta el lunes que viene no podré volver a retomar mis salidas diarias, pero este pequeño intermedio me ha confirmado de nuevo aquello de que siempre apreciamos más lo que nos falta.

Elogio de la morosidad

Esta semana me ha tocado tomarme la vida con tranquilidad. A veces, hay cosas que nos sacan de nuestras rutinas diarias. Lo que está bien, aunque nos deje en dique seco temporal y tengamos que dejar de trotar algunas mañanas. En el fondo, a nuestro cuerpo le vienen bien estos días morosos para recuperar fuerzas.

La Solana y las Colinas

Hoy me apetecía un recorrido tranquilo, aunque fuera para trotar un par de horas. Así que he mantenido la altura, siguiendo senderos y caminos sin demasiadas cuestas (al menos para lo que es Hoyo). A pesar de todo he terminado realmente cansado, aunque por lo menos he disfrutado del gran espectáculo de luces con el sol y las nubes.

No te quedes en casa

La semana empezó con un tiempo magnífico: cielos despejados, fresquito al amanecer y un sol brillante el resto del día. Pero ha terminado todavía mejor. Con nubarrones y varias tormentas que están recargando un poco las charcas y los arroyos. Que siga así. Porque todo el agua que caiga ahora nos va a dejar una primavera todavía más gloriosa.

Primeros mil pasos

En general nos suelen gustar los números redondos. Y la listas. Por eso, para celebrar las primeras 1.000 entradas escritas en este blog a lo largo de los años, he decidido hacerlo no ya con una lista, sino con un buen puñado de ellas.

Peña del Águila

Desde que comienza la primavera, las plantas se van dando el relevo para inundar el campo de flores. Y este es el momento del romero. Aunque las primeras matas floridas de esta especie suelen aparecer con el cambio de año, el campo está ahora con los romeros reventando de flores. Con colores que oscilan desde el azul pálido hasta el rojizo, pero con algunos ejemplares luciendo galas blancas del todo.

Las charcas de Hoyo

Estos últimos días me he acercado a las charcas del Camorcho en mis recorridos mañaneros, para cambiar de paisaje y disfrutar un poco del agua mientras llegan las tormentas de abril cargadas de lluvia. Hoy, al pasar a su lado he visto dos ánades y una garza real. Creo que es la primera vez que veo una por Hoyo, lo que no es raro ya que suele preferir ríos o estanques más grandes.

Cañones del Manzanares

Desde la puerta de casa puedo salir a correr directamente por el campo, con muchos caminos y senderos para elegir el recorrido. Subiendo a la sierra de Hoyo; acercándome hasta las charcas; corriendo entre encinas y jaras o por roquedales de granito. No me puedo quejar. Y sin embargo...